Mi vida con C
Durante 2 años trabajamos junto a Carolina Cardoso narrando Crónicas Autobiográficas sobre Cáncer de Mama en la serie transmedia “Mi vida con C” de plantar.me. En ese sitio web y en las redes como instagram o twitter reportamos lo que sucedía día a día, en co-autoría con la propia protagonista del tratamiento.
Partimos de la necesidad personal de una mamá de dos hijos sobreviviente de violencia de género que se enfrentaba a la amenaza de un diagnóstico de Cáncer durante la pandemia. Desde allí decidimos acompañar a Carolina en cada instancia, pero más allá de la asistencia y acompañamiento, decidimos que era fundamental seguir una premisa: abir los ojos y contar historias propias para transformar realidades ajenas. Abrir y Contar para transformar.
Contar nos obligó a reflexionar, a modificar nuestra forma de hacer las cosas, intentar cosas nuevas; por sobretodo a no descartar posibilidades. Hacer y contar nos transformó, porque puso en palabras muchas emociones y situaciones -aparentemente desconectadas- en un relato temporal continuo. Aprender a diseñar, redactar y narrar un tratamiento oncológico nos transformó y podemos afirmar con seguridad que hacerlo nos llevó a innovar.
También nos obligó a evaluar seriamente el proceso, y transcurridos 24 meses, a determinar que la ausencia de una contención formal limitó mucho las posibilidades de generar transformaciones institucionales, el 3er paso de la premisa, y tal vez el más crucial a largo plazo.
¿Por qué transformar puede resultar tan dificil?
Existe una multiplicidad de factores que podemos postular como obstáculos para transformaciones urgentes, en nuestra evaluación detectamos 5.
- Obstáculo por desconocimiento, donde lo que no se conoce no puede ser modificado. Nuestro mejor esfuerzo sostenido atendió a este punto.
- Obstáculo circunstancial, donde la propuesta podría aplicarse, solo resulta inorportuna en el momento de la presentación. Creemos que este argumento es válido, y por ello trabajamos con una meta a la largo plazo y objetivos intermedios durante la duración completa del tratamiento.
- Obstáculo de capacidad, un factor preponderante en instituciones con dificultades internas. En el caso del hospital penna, por ejemplo, la sobrecarga de actividad y el compromiso reducido de gran parte del personal médico a modificar su metodología de trabajo.
- Requerimientos, donde se emplean los mismos para justificar la exclusión o la atención reducida a propuestas. Este último se materializa en el nivel de formalidad, donde ser una organización de base con trabajo territorial tiene una valoración reducida o nula frente al una asociación civil con personería jurídica.
- Resistencia al cambio, un factor que se evidencia en la ausencia de acciones para combatir esta tendencia.
Creemos que dentro de la multiplicidad, el punto 4 reviste particular gravedad, dado que la obtención de la personería es un obstáculo en sí mismo, partiendo de honorarios de un escribano público que superan generosamente los $ 100.000.
Cabe preguntarse cómo habriamos de sostener el trabajo autogestivo si además de todos los costos implicados -que financiamos de nuestros propios bolsillos- debemos añadir extras burocráticos, que demandan a su vez la espera de lentos tiempos administrativos ajenos a nuestro dominio.
plantar.me
¿Se usa la formalidad legal para limitar la capacidad de acción de las personas más vulnerables? ¿Es el requerimiento de la personería una forma elaborada de encubrir resistencia al cambio?
Resulta imposible responder lo anterior por si o por no, pero la personería jurídica es sin dudas uno de los obstáculos más grandes para promover transformaciones institucionales profundas, ya que otras organizaciones con recursos específicos como universidades, al igual que municipios y ministerios, la demandan en muchas ocasiones como requisito para trabajo conjunto, y eso priva a colectivos pequeños o de constitución reciente las posibilidades de acciones conjuntas de mayor impacto.
Denunciar no alcanza
Pese a los obstáculos mencionados decidimos, en paralelo al trabajo desarrollado, comenzar a gestar una asociación civil a mediados de 2020. Se llamaría Innovar Argentina y llegado el punto de los honorarios para el escribano, realizaríamos una colecta pública. Lo intentariamos al menos, pero la cifra se encontraba excedía la capacidad de nuestros bolsillos, y nos resultaba inconveniente pagarle tanto a una persona por un trámite cuando en el equipo, lejos de cobrar, estábamos pagando cada costo que surgía.
En Agosto de 2021 se estableció en el artículo 14 de la Ley provincial bonaerense 15.192 la posibilidad de solicitar digitalmente la constitución a clubes de barrio, centros de jubilados, centros culturales y sociedad de fomento. Una vez realizada y aprobada la solicitud, se podrá formalizar la misma ante funcionarios públicos en oficinas de Anses y Pami habilitadas.
Por ello en 2022 la prioridad es capitalizar este artículo de la 15192 y constituirnos como el CCi, Centro Cultural de la Innovación.
Hemos dedicado en estos dos años mucho trabajo a establecer de qué forma hacerlo para garantizar que nuestra organización no quede presa de las realidades injustas que vemos y narramos en otras organizaciones desde plantar.me. Perseguimos por ello un modelo de organización propio, nativo digitalmente, fortalecido por el peso institucional de la formalidad, y poniéndolo a disposición para generar articulaciones y trabajo con otras organizaciones, personas, y organismos de gobierno. La personería propia podría en 2023 enriquecer especialmente el trabajo de otras organizaciones de base que se encuentran en el lugar donde comenzamos plantar.me en 2020, especialmente si la convocatoria es accesible y se facilita su acceso a colectivos de todo el país.
Confiamos que así, historias como las de Carolina no solo llegarán a muchas otras mujeres, personas y familias que actualmente desconocen la importancia de la alfabetización sanitaria y el periodismo ciudadano; sino también a organizaciones que pueden contribuir a hacer una diferencia sobre estas injusticias.