¿Cómo se construye un cómo?
Ahora que pasaron las elecciones y volvieron las frustraciones. Ahora que se vuelve a hablar de incertidumbre y decepción, pero ya no quedan fórmulas ni candidatos. Ahora nos toca pensar, proponer y organizarnos. Esta es nuestra propuesta para nuestro primer editorial desde Agosto del 2023.
EL FINAL QUE SOLO FUE CONTINUIDAD
En un frenesí de resultados inesperados llegó el final de 2023 con un temporal en Bahía Blanca que se llevó la electricidad y la conectividad a cambio de shock, devaluación y desolación. Paralizada la celebración, el calendario tuvo una ola de malestares que nos recuerdan a la pandemia reciente o crisis lejanas como la del 89 o el 2001, con la diferencia de que ahora -sin alegrías ni esperanzas- nos enfrentamos a crueldades bajo la apariencia de cambios y medidas.
Fotos del especial Temporal Bahía de historias reales | David Bustozoni
Castigo para las minorías postergadas, empeoramiento para las mayorías y beneficios para algunas minorías privilegiadas.
Se habla de crisis profunda de representación, de insatisfacción democrática y desilusión. Se ven cambios que sólo perpetúan una historia de muchos años de injusticia, todo en el aniversario de la cuarta década democrática.
Menos no soluciona
El estado, históricamente insuficiente en su respuesta, ahora se reduce voluntariamente desde el ejecutivo nacional en una síntesis que pronuncia el presidente en su visita inesperada a la ciudad «Se las van a arreglar con los recursos pre-existentes».
¿Estamos a merced de quienes nos gobiernan? Qué lugar ausente tiene la representación en nuestra república, tantas veces mencionada en titulares. No se escucha que resuene lo que dice nuestra voz como población, como sociedad, como ciudadanía ni como pueblo. Se escucha si mucho ruido, declaraciones, polémicas y posiciones extremas.
Por eso la comunicación ciudadana, comunitaria y autogestiva es clave para abandonar la polarización y los discursos de odio, la desinformación y la noticia basura que se lee y escribe sobre una ciudad lejana, un tweet violento o la selfie de alguna celebridad.
Necesitamos aplicar juicio crítico y profundizar; saliendo del discurso de reducir hasta las ideas, de ajustar hasta los conceptos y de cerrar todo por la fuerza, aplicando saberes e instrumentos de alfabetización mediática.
Cada acción tiene un impacto, lo que achica de un lado, agranda del otro; y no resulta mejor, solo menos y peor de lo mismo que ya había.
Sacar por sacar es un problema, y complica y dilata en vez de solucionar.
¿Cómo se construye un cómo? ¿Dónde se encuentra una solución?
Ahora que se cayó la ley bus y se estaría cayendo el DNU, que cae porque lo pedimos en la calle durante el paro nacional contra esa reforma constitucional de facto, pero cae también por el propio peso de la la inviabilidad de esa premisa de destruir al estado desde adentro.
Ahora tenemos que hacer las preguntas más elementales, y lejos de mirar hacia arriba, comenzar a responder mirándonos a los ojos, en nuestra propias palabras, recuperando nuestra identidad colectiva y organizándonos con miras a largo plazo.
No hay creación en la reacción. No hay inventiva en el pulgar abajo, tampoco en el pulgar arriba.
La solución entonces debe darse en un proceso que priorice el bienestar para cada persona en la ecuación, optimizando recursos, multiplicando beneficios y distribuyendo costos a fin de no sobrecargar a nadie.
La Innovación, Comunitaria
Desde nuestro espacio consideramos que hoy, más que nunca, debemos aplicar innovación comunitaria a fin de multiplicar el impacto y reducir costos y dificultades. Actividades tridimensionales, desarrollando nuevas alfabetizaciones, en línea con los objetivos de desarrollo sostenible.
Diseño, planificación, acción y evaluación defensiva; como un bucle de impacto y aprendizaje, de constante maduración.
Trabajar conteniendo a cada participante independientemente de su disciplina, en base a su compromiso y aporte; llevando a cabo cada meta entre más de una organización, bajo alianzas estratégicas que abarquen bibliotecas, escuelas, centros culturales y a cada actor que pueda aportar.
Las campañas y operaciones de manipulación nos condenan a elegir constantemente entre algo malo y algo potencialmente peor. Es hora que postulemos (y pongamos manos a la acción) en la consolidación de modelos superadores más allá las abundantes críticas a los modelos presentes.